La dirigencia de Independiente apuntó contra los simpatizantes de Universidad de Chile por los incidentes que se produjeron anoche en el Estadio Libertadores de América y que obligaron a cancelar el encuentro que ambos conjuntos estaban disputando por los octavos de final de la Copa Sudamericana, pero también consideró “inaceptables” las agresiones de simpatizantes del Rojo a sus pares del elenco trasandino y advirtió que los responsables de esos ataques serán sancionados.

A través de un comunicado publicado este mediodía en su sitio web, la dirigencia condenó “enérgicamente los gravísimos hechos de violencia” que ocurrieron durante el segundo tiempo del encuentro de vuelta de una de las llaves de los octavos de final. Los incidentes obligaron a detener el encuentro a los dos minutos del complemento, cuando estaba empatado 1 a 1 (en la ida, el conjunto chileno había ganado 1 a 0).
“De acuerdo con las imágenes difundidas, reportes oficiales y partes policiales, los incidentes se iniciaron en el sector visitante desde la previa del partido. En primera instancia, atacaron e inactivaron el sistema cerrado de cámaras de seguridad y luego procedieron a destruir las instalaciones sanitarias del sector. Seguidamente, la parcialidad visitante utilizó los escombros como proyectiles y lanzó pirotecnia hacia los socios locales que se encontraban en la tribuna baja y en una de las gargantas adyacentes a la tribuna sur”, detalla el comunicado.
En el texto se indica que luego “se produjeron agresiones inaceptables por parte de grupos locales” y se destaca que el club “trabajará incansablemente” para que sean identificados y castigados los simpatizantes de Independiente que fueron responsables de esas agresiones, a los que se describe como “delincuentes disfrazados de hinchas”. Además, anticipa que se exigirá un resarcimiento por los daños materiales en las instalaciones del club.
Néstor Osvaldo Grindetti, presidente de Independiente. Foto: Guillermo Rodriguez Adami
La dirigencia explicó que había trabajado en conjunto con la Confederación Sudamericana de Fútbol, la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (ApreViDe), la Policía Bonaerense y el cuerpo de Carabineros de Chile para garantizar “un operativo que cumplía en todo con la normativa vigente y con las exigencias estipuladas para este tipo de competiciones”, pero evaluó que ese trabajo no había sido suficiente “para contener la desmedida violencia desplegada anoche por quienes, lejos de los valores que deben primar en el deporte, eligieron la agresión y pusieron en riesgo la integridad de miles de personas que fueron al estadio a alentar y disfrutar de un espectáculo deportivo”.
A su vez, la dirigencia del Rojo remarcó que estaba “colaborando plenamente con la investigación en curso aportando toda la evidencia disponible” y “a disposición de los heridos y damnificados”. Y adelantó que el presidente del club, Nestor Grindetti, y el secretario general, Daniel Seoane, representarán a la institución ante la Conmebol en Asunción a fin de “terminar de resolver las implicancias a nivel deportivo” de la cancelación del partido.
Más temprano, la Conmebol había emitido un comunicado en el que había repudiado y condenado “enérgicamente los actos de violencia registrados dentro y fuera del estadio”, había explicado que estaba “en contacto permanente con las autoridades de seguridad” y monitoreando “la situación de las personas afectadas”, y que actuaría “con la mayor firmeza, de acuerdo con el reglamento de la Comisión Disciplinaria” para castigar a los culpables.
Así quedó el Estadio de Independiente despues de los violentos incidentes durante el partido frente a la Universidad de Chile.
“En el marco de la suspensión y posterior cancelación del partido, la Confederación se encuentra recopilando datos y procesando información, los cuales están siendo remitidos a la Unidad Disciplinaria para la aplicación de las sanciones correspondientes”, indicó el organismo.
Sin ser categórica en ese sentido, la Conmebol señaló a Independiente como responsable de lo ocurrido por su condición de local en el partido del jueves. La casa madre del fútbol sudamericano instó a “todos los clubes participantes de sus competiciones, en su calidad de responsables de la seguridad cuando actúan como locales, a implementar las máximas medidas de prevención y control, a fin de garantizar que, hechos de esta naturaleza, no vuelvan a repetirse”.
«El Club Atlético Independiente condena enérgicamente los gravísimos hechos de violencia ocurridos anoche en el Estadio Libertadores de América – Ricardo E. Bochini, que obligaron a la cancelación del encuentro entre nuestra Institución y la Universidad de Chile, por parte de CONMEBOL.
De acuerdo con las imágenes difundidas, reportes oficiales y partes policiales, los incidentes se iniciaron en el sector visitante desde la previa del partido. En primera instancia, atacaron e inactivaron el sistema cerrado de cámaras de seguridad, y luego, procedieron a destruir las instalaciones sanitarias del sector. Seguidamente, la parcialidad visitante utilizó los escombros como proyectiles y lanzó pirotecnia hacia los socios locales que se encontraban en la tribuna baja y en una de las gargantas adyacentes a la tribuna sur. Posteriormente, se produjeron agresiones inaceptables por parte de grupos locales.
Desde el primer momento, el Club activó los protocolos de seguridad, coordinó con las autoridades presentes y con la organización del torneo, y dispuso asistencia médica a los personas lesionadas en total cumplimiento del Manual CONMEBOL. Por otro lado y tal como lo hemos hecho hasta ahora, continuaremos colaborando plenamente con la investigación en curso aportando toda la evidencia disponible y nos ponemos a disposición de los heridos y damnificados.
Reiteramos con total claridad: rechazamos toda forma de violencia, provenga de quien provenga.
El Club trabajará incansablemente para que cada responsable individual sea identificado y sancionado, solicitando la aplicación del derecho de admisión a los delincuentes disfrazados de hinchas que respondieron con violencia las agresiones de la parcialidad visitante. Reclamaremos a los responsables y terceros los daños materiales ocasionados en nuestras instalaciones. Al mismo tiempo, el Presidente y el Secretario General del Club se encuentran camino a Paraguay para trabajar en representación del Club Atlético Independiente ante CONMEBOL y terminar de resolver las implicancias a nivel deportivo.
A nuestras socias y socios: entendemos la preocupación y el dolor por lo sucedido. Nuestro compromiso es cuidar a nuestra gente.
Por ello, para este partido trabajamos en conjunto con CONMEBOL, A.Pre.Vi.De, Policía Bonaerense y Carabineros de Chile poniendo a disposición de la organización un operativo que cumplía en todo con la normativa vigente y con las exigencias estipuladas para este tipo de competiciones. Sin embargo, no alcanzó para contener la desmedida violencia desplegada anoche por quienes, lejos de los valores que deben primar en el deporte, eligieron la agresión y pusieron en riesgo la integridad de miles de personas que fueron al estadio a alentar y disfrutar de un espectáculo deportivo.
Somos Independiente. La violencia no nos representa.»